Para propiciar el intercambio de buenas prácticas en el entorno del ETAP, los Estados Miembros fueron invitados a formalizar una transposición nacional de estrategias y planes de acción hacia las tecnologías ambientales, que en el caso de la Administración española se tradujo en una hoja de ruta nacional elaborada en 2005. La CE fomenta que la financiación de la I+D+i de las tecnologías ambientales sea complementada por los programas nacionales. A este respecto, una de las iniciativas más recientes llevadas a cabo por la DG de Investigación de la CE ha sido lanzar una convocatoria específica para una ERA-Net de Eco-innovación a través del Tema Medio Ambiente del Programa Específico de Cooperación del VII PM, que sentará las bases para el intercambio de experiencias en cuanto a la implantación de tecnologías ambientales y eco-innovación entre Estados Miembros y regiones, así como una mejor transferencia de tecnología entre el conocimiento científico y tecnológico generado y el mercado.
El pasado Plan Nacional de I+D+i (2004-2007) apoyó significativamente el fomento de tecnologías ambientales a través de distintos instrumentos financieros específicos desarrollados por el anterior Ministerio de Medio Ambiente (actual Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Medio Marino), el Ministerio de Educación y Ciencia (actual Ministerio de Ciencia e Innovación) y el CDTI. El Plan Nacional de I+D (2008-2011) se estructura en torno a un amplio abanico de programas transversales a todos los sectores y dirigido a todo tipo de beneficiarios (empresas, organismos públicos de investigación, centros tecnológicos, universidades, etc.). En cuanto a las ayudas de I+D+i a empresas, destacan, dentro del Programa Nacional de Cooperación público-privada, los Consorcios Estratégicos Nacionales de Investigación Técnica (CENIT) y, dentro del Programa Nacional de Proyectos de Investigación Aplicada, los Proyectos de Investigación Aplicada Industrial de carácter transversal a todos los sectores, ambos gestionados por CDTI. Específicamente destinado a la I+D+i de tecnologías ambientales caben subrayar, por su carácter singular, el Subprograma de Desarrollo Experimental destinado a Medio Ambiente y Eco-innovación, y la Acción Estratégica de Energía y Cambio Climático.
Todas las tecnologías que abordan problemas ambientales complejos, mantienen presente en su desarrollo e implantación los conceptos de sostenibilidad y suponen un menor daño y/o riesgo potencial al medio ambiente que otras alternativas tecnológicas existentes son Tecnologías Ambientales. Quedan incluidas en este grupo las tecnologías para la observación, simulación, prevención, mitigación, adaptación, remediación y restauración del medio natural y artificial (recursos naturales como agua, suelo y aire, así como los residuos generados por toda clase de actividad humana), protección y conservación del patrimonio cultural, incluyendo el hábitat humano, evaluación, verificación y ensayo de tecnologías (e.g. la Evaluación del Impacto del Ciclo de Vida para establecer criterios que garanticen que las innovaciones son eco-innovaciones, la gestión del riesgo en químicos y productos, y las estrategias y métodos de ensayo inteligente). Este concepto trasciende al significado tradicional, que hacía referencia exclusivamente a tecnologías empleadas en la prevención, reducción y atenuación de la contaminación ambiental, incluyendo objetivos de eficiencia en el consumo de recursos y energía que garanticen la sostenibilidad del sistema y el bienestar de las generaciones futuras.
La definición de tecnología ambiental es próxima a la de eco-innovación con la diferencia de que esta última no sólo se relaciona con tecnologías, sino que también incluye nuevos métodos de organización, productos, servicios y sistemas de innovación.
El impacto de las computadoras, los servidores informáticos, los teléfonos celulares y las impresoras es equivalente al de la aviación. Sin contar que al final de su vida, una gran mayoría de los productos electrónicos no puede reciclarse, ya que contienen sustancias tóxicas. Los fabricantes ya no pueden ignorar su responsabilidad. Es por eso que intentan limitar los efectos que tienen sus productos sobre el medio ambiente. En informática, los esfuerzos comienzan al nivel de los procesadores.
El Plan de Acción de Tecnologías Medioambientales (ETAP, en sus siglas en inglés) es la piedra angular de la política comunitaria en materia de innovación ecológica y contribuye directamente a alcanzar los objetivos de la Estrategia de Lisboa para el crecimiento y empleo en la UE. Creado en 2004, este plan incluye una serie de medidas, como dar una mayor prioridad a las tecnologías ecológicas en el Programa Marco de investigación y desarrollo de la UE, así como establecer las denominadas plataformas tecnológicas. Dichas plataformas encabezadas por el sector empresarial, reúnen a las partes implicadas con el fin de definir los objetivos de investigación y desarrollo tecnológico y establecer las pautas para su cumplimiento.
El Plan de Acción gozó de la aprobación de las partes implicadas, incluidas las empresas, la comunidad científica y las organizaciones no gubernamentales. Este año se va a crear un comité sobre tecnologías medioambientales, que reunirá a los principales agentes, con objeto de dar mayor relieve al plan y definir los pasos siguientes.
También se está trabajando en la elaboración de un nuevo Programa de Competitividad e Innovación (PCI) para 2007-2013, que ofrezca capital de riesgo para financiar investigación y desarrollo. También habrá financiación procedente de los Fondos Estructurales, del Banco Europeo de Inversiones y del Programa LIFE.
NUEVA YORK.- Firmas estadounidenses, desde la minorista Wal-Mart Stores hasta el fabricante de calzado deportivo Nike, han descubierto que las inversiones ecológicas no sólo son amigables con el medio ambiente, sino que impulsan las ganancias, dijo el martes un grupo ambientalista.
Una nueva oleada de inversiones para el cuidado del medio ambiente va más allá del ahorro de energía, el reciclaje de artículos de oficinas y las impresiones por ambos lados de una hoja, dijo el Fondo de Defensa del Medio Ambiente en un reporte.
Los sistema de energía solar han recibido el impulso de una tradicional herramienta de la industria de la energía, conocida como acuerdos de adquisición de electricidad, que ayudan a financiar la instalación de la fuente de energía limpia pactando el valor de varios años de electricidad en un sólo contrato.
Firmas como Microsoft, Macy’s, Target y Whole Foods Market han firmado acuerdos con gestores de la tecnología para establecer costos fijos para la electricidad durante los 15 o 20 próximos años.
De esta manera, reducen su dependencia a la energía provista por generadores y recortan la emanación de carbono, a la vez que reciben facturas de electricidad predecibles, normalmente menores al típico nivel de precios minorista.
Si bien el atractivo de esos contratos hasta ahora depende de subsidios o créditos impositivos estatales, otras estrategias, desde reducir desechos hasta eficiencias de diseño se están volviendo más comunes.
La nueva zapatilla Air Jordan XX3 de Nike fue diseñada para ser ensamblada como un rompecabezas, lo que disminuye la necesidad de usar adhesivos tóxicos y usa poliéster reciclado de botellas y de deshechos de la fábrica.
El fabricante de productos de consumo Johnson & Johnson se concentró en implementar eficiencias de energía en sus instalaciones y creó una lista de "prácticas mejoradas", que busca innovaciones que reporten un retorno de la inversiones en cinco años.
La medida ha rendido frutos, aseguró la compañía en un reporte, al reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero en 34.500 toneladas métricas en el 2006, y generar ahorros de costos anuales de 30 millones de dólares.
Se llama Leaf (hoja en inglés, como el cero emisiones de Nissan) y se destaca por contar con una silueta muy particular. Se parece más a uno de los autos de los Picapiedras (no justamente al Troncomóvil) que a un vehículo real. Tiene capacidad para dos pasajeros, carece de puertas e incluye cuatro ruedas que se destacan por su tamaño con respecto a la carrocería.
Pero lo más interesante de este prototipo “científico” pasa por sus tecnologías, que captan energía natural básicamente a través del sol. El principal receptor es su techo verde con forma de hoja: está formado por paneles solares que transforman la energía recibida en electricidad y con ésta el vehículo puede rodar sin la necesidad de combustible.
La estructura de la hoja tiene la capacidad de orientarse hacia el sol para recibir más energía de sus rayos (igual que lo hace una planta cualquiera) y además puede expulsar oxígeno a la atmósfera, exactamente como ocurre durante la fotosíntesis. El Leaf también tiene una especie de hélices que giran con el viento y producen otro tipo de electricidad que se complementa con la otra.
No caben dudas de que este modelo es un ejemplo (y sólo eso) de las tecnologías ecológicas que podrán incorporar los vehículos del futuro en pos de aniquilar las emisiones contaminantes y prescindir del uso de combustibles. Se presentará en vivo y en directo en Pekín que comienza en pocos días.
Para Stefano Pogutz, un profesor de gestión de medio ambiente de la Universidad de Bocconi en Milán, los planes de inversión en políticas ecológicas de China son mayores que los llevados a cabo en Estados Unidos y en muchos otros países industrializados.
Los resultados de la cumbre del G-8 sobre cambio climático deben preparar el camino para la reunión de la ONU en Copenhague en diciembre, que tiene el objetivo de sellar un acuerdo mundial para limitar las emisiones de gases productores del efecto invernadero.Con base en el acuerdo marco de cambio climático de la ONU y en el Protocolo de Kyoto, China no está sujeta a reducciones obligatorias de emisiones de CO2.
Sin embargo, China ya está contribuyendo por su cuenta al combate del cambio climático a través de una serie de iniciativas destinadas a frenar las emisiones de carbono, tales como disminución de los niveles de consumo interno de energía y el lanzamiento de proyectos de monitoreo del tránsito y del transporte.
"No estoy de acuerdo con quienes creen que China es responsable de la contaminación mundial", dijo Pogutz. "China está haciendo bastante, existe una intervención pública directa en las medidas destinadas a combatir el cambio climático. El gobierno chino ha incrementado las inversiones en tecnologías e infraestructuras para incrementar la eficiencia energética y las emisiones de CO2".
Luca Labella, un analista de China del Centro de Estudios Internacionales de Roma, recordó los numerosos proyectos ecológicos locales aplicados en China, tales como los autobuses que funcionan con gas licuado de petróleo (LPG) en Shanghai y el combustible de biomasa de poblados rurales.
